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La exploración y el riesgo.
En los últimos tiempos los fuertes sacudones producidos por los cambios tecnológicos y las nuevas maneras de pensar sobre los usos de la imagen, se han hecho cada vez más presentes en el campo de la expresión fotográfica. Eludiendo lo hecho, surgen propuestas innovadoras que profundizan la exploración sobre el medio, sobre el nuevo universo virtual y también sobre los cada vez más frecuentes cruces con otros campos de la representación.
En Crudo, el trabajo que presentó el año pasado, Néstor Crovetto abría la exploración sobre el archivo de una captura digital, habitualmente no visible, y con una ampliación desmesurada nos acercaba, de manera casi microscópica, a un recorte de una mínima parte de esa toma. Las imágenes, que contenían un cierto eco del Blow Up de Antonioni, eran tan atractivas como distantes de la percepción del mundo que habitualmente tenemos a través de la representación fotográfica.
Aquel inicio fue solo el comienzo de una serie de experiencias que desembocaron en persona_24.1, una obra compuesta en la que, paradojalmente, veinticuatro imágenes surgen de una sola toma. Ese registro, una escena callejera con gran cantidad de personas que van y vienen, es el que recorre Crovetto. Emulando la actitud del flâneur, que tan bien describiera Baudelaire, cambia la realidad del escenario urbano por esta, que puede ver en su monitor, la del registro que se ha traducido en una imagen virtual. Y lo recorre con minuciosa curiosidad, pero seguramente con intereses y expectativas diferentes a los que movían a aquel fotógrafo que se confundía entre la gente y recorría las calles con su cámara. Aquel fotógrafo que intentaba tomar el pulso de esas personas, registrando las emociones y las escenas que, como apariciones fugaces se cruzaban en su camino para cristalizarlas en una imagen.
Sin lugar a dudas la indagación y la búsqueda predominan en este nuevo trabajo, que acerca más preguntas que respuestas. ¿Será otra manera de poner en debate, ahora con la tecnología digital, el vínculo entre la realidad y la imagen en el campo del registro fotográfico? ¿Propone otra conexión con la belleza de las imágenes, alejada de la comodidad de lo mimético? Como en toda exploración, el riesgo está tomado. Se comienza el camino sin tener las respuestas dadas.
Juan Travnik 
FOLA
2016

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